Apego posparto: Volver a lo Natural

No hay nada más genuino y conmovedor que el primer contacto de una madre con su hijo. Hoy está comprobado que respetar esa intimidad reporta enormes beneficios a futuro.

Si bien los avances en medicina obstétrica incorporados durante el último siglo han contribuido a evitar posibles complicaciones después del parto, hace algún tiempo atrás los mismos profesionales de la salud se dieron cuenta que estos aspectos técnicos, pese a ser de gran relevancia, estaban restándole protagonismo a los verdaderos actores de esta historia: el recién nacido, sus padres y el apego posnatal.

Por eso es que, haciendo eco de una tendencia mundial, desde hace casi una década los neonatólogos y obstetras de CLC comenzaron a incorporar el apego durante el parto, como una forma de volver a la esencia, a lo natural. “Por un tema de seguridad, durante muchos años se profesionalizó excesivamente este momento, relegando a un segundo lugar esa relación tan íntima que existe entre la madre y su hijo. De alguna manera se estaban descuidando aspectos ancestrales que, como seres humanos, compartimos también con las especies animales”, aseveran los especialistas.

Según explica el especialista, minutos después del nacimiento se produce una situación muy especial, donde la madre espera reconocer a su hijo y viceversa.Es un período muy sensitivo, de mucha alerta, donde ambos se miran, se escuchan y se sienten. Respetar estos ritmos tiene gran importancia tanto para la formación de un vínculo emocional más estrecho, como para promover, por ejemplo, una lactancia exitosa con todos los beneficios que eso conlleva”.

Es necesario destacar que el apego como tal es un proceso que involucra algo instintivo, no mediado por el conocimiento (lo que se siente en forma natural cuando se ve por primera vez a un hijo), pero que también tiene un ingrediente más intelectual, que se incorpora con el conocimiento y la educación a lo largo de la vida. “Las ecografías han contribuido enormemente a favorecer el apego temprano entre los padres y los niños en gestación, ya que al poder ver su cara, su perfil y sus manos, los papás se relacionan con sus hijos mucho antes de que se produzca el parto.

De igual manera, la gran cantidad de información que actualmente está disponible permite conocer de qué manera se puede favorecer aún más esta unión”, agregan los especialistas.





Paso a paso

Pese a que cada apego se vive como un momento único e irrepetible para cada madre, hay algo en nuestra naturaleza que influye en el desarrollo de una especie de “secuencia” que suele darse en la mayor parte de los casos. “Las primeras horas de vida de todo recién nacido sano se caracterizan por un período de mucha alerta en donde el bebé, después de salir del canal del parto, es puesto sobre el pecho de su madre, en un contacto piel a piel. Luego de algunos minutos, donde la madre mira, acaricia y le habla a su hijo, éste logra un contacto visual con ella y se produce un momento de gran quietud y calma. Son instantes en que el niño no llora, porque los latidos del corazón de la madre lo acercan a su vida en el útero, donde se sentía muy seguro. Después de esta verdadera contemplación mutua, el bebé presenta movimientos de boca y salivación, y comienza a reptar hacia arriba, guiado por el olor al pecho materno. Por eso es que, con algo de ayuda, el niño puede acercar su boca al pezón y, eventualmente, empezar a succionar”, describe el especialista.

En todo este proceso de apego que se ha promovido durante la última década, el padre ha tomado nuevamente un rol fundamental. “El papá espectador ya pasó de moda. Ahora los hombres se involucran, lo cual sin duda constituye un gran apoyo para las mujeres. Los controles prenatales, en este sentido también han sido un valioso aporte, porque ellos pueden ver a este niño e ir creando una relación más estrecha desde el mismo momento del embarazo. Mientras mayor es la participación en el proceso reproductivo, más estrecho será el vínculo entre ambos”.

¿Y si no se puede?

Gracias al cada vez mayor desarrollo que existe en torno al tema del apego, hoy es posible que incluso las madres que han tenido partos por cesárea puedan realizarlo en forma oportuna y segura. Sin embargo, distintos motivos relacionados con la necesidad de efectuar un control médico inmediato pueden imposibilitar este proceso. Una situación que sin duda angustia a muchas mujeres. “Es importante destacar que nunca es tarde para realizar un buen apego.

Cuando no se puede hacer en forma inmediata, porque es necesario estabilizar las condiciones de salud del niño o de la madre, siempre es posible recuperar el tiempo perdido, por lo que nunca deben sentirse frustradas.

En la Unidad de Neonatología de CLC, por ejemplo, los padres pueden entrar las 24 horas del día a estar con sus guaguas y verlas, tocarlas, hablarles y hacerles cariño. Existe plena libertad en ese sentido, porque estamos conscientes de lo importante que resulta esa cercanía”, subraya el doctorIvankovic.

CLC, hospital "Amigo del niño y de la madre".

En Chile, Clínica Las Condes es el primer centro de salud privado reconocido por la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF como “Amigo del Niño y de la Madre”. Este importante reconocimiento obedece a una serie de prácticas que destacamos a continuación:

  • Cuando la madre está próxima a dar a luz, ingresa a una de las habitaciones especiales con que cuenta CLC, conocidas como LDR (Labor-Delivery-Room). En ellas se realiza el trabajo de preparto, parto y postparto inmediato.
  • Si el niño nace en buenas condiciones, de inmediato se pone sobre el pecho de la madre. Esto no se cumplía en el esquema de parto antiguo (cuando nacía el niño se le practicaban una serie de exámenes que le provocaban un enorme estrés).
  • Después del tiempo de apego se hacen exámenes de rigor al recién nacido, en una cuna especialmente acondicionada para ello que se ubica junto a la cama de la madre. Cuando se ha chequeado que todo está en orden, la mamá es trasladada junto a su hijo a una habitación tradicional.

Además CLC ofrece en forma gratuita un ciclo de charlas para embarazadas, donde se enseñan técnicas para profundizar el vínculo con sus hijos y todo lo que conlleva el parto y la maternidad.

Beneficios del apego.

Está demostrado que los recién nacidos regulan mejor la temperatura cuando se ponen en contacto piel a piel con la madre.

  • Los niños nacen sin flora bacteriana propia, dada la esterilidad de la cavidad uterina. El contacto con la piel permite la colonización precoz del recién nacido con la flora bacteriana materna, lo que ayuda a evitar infecciones posteriores.
  • Existe una relación directa entre la práctica de apego con el éxito de la lactancia materna. Esto porque el bebé estimula a la madre a producir hormonas como la prolactina y oxitocina. La primera favorece la producción de leche y la segunda ayuda a la contracción del útero. El apego produce además una rápida efectividad en el mecanismo de succión, que comienza en la fase de alerta después del parto.
  • El apego permite formar lazos de amor y sentimientos muy fuertes entre madre e hijo, que determinarán en gran medida la relación futura entre ambos.
  • El vínculo precoz favorece, además, el desarrollo de la autonomía del niño. Los niños con apego seguro son capaces de adaptarse mejor al estrés y demuestran conductas satisfactorias en situaciones de separación de los padres, como el ingreso a salas cuna o jardines infantiles.