6-9 años

PROBLEMAS VISUALES MÁS FRECUENTES EN NIÑOS

Entre las patologías oculares comunes en niños están la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. La detección precoz de ellas no sólo ayuda a evitar complicaciones, sino que también previene alteraciones en el comportamiento de los menores.

La mayoría de los problemas visuales en niños se detectan en la etapa escolar o incluso antes. Si bien las enfermedades oculares son fáciles de descubrir en adultos, en menores se complica el diagnóstico, ya que no tienen la capacidad de discriminar qué es una visión normal y suponen que todos ven igual que ellos.

El doctor Eduardo Villaseca, oftalmólogo de Clínica Las Condes, explica que son comunes los defectos visuales de tipo refractivo, también conocidos como problemas de anteojos, ya que son corregibles con el uso de estos aparatos.

Entre ellos destacan:

Miopía: no se ven correctamente los objetos que se encuentran lejos, ya que el enfoque se produce por delante de la retina. Esta dificultad ocular suele presentarse en niños que comienzan a ver borroso y progresa a medida que van creciendo.

Hipermetropía: en niños se puede expresar de dos maneras: generando un estrabismo con los ojos desviados hacia la nariz o con mala visión en casos de magnitudes de sobre las cinco dioptrías.

Astigmatismo: es la percepción deformada de las cosas tanto de lejos como de cerca. Se debe a que la superficie del ojo no es esférica, por lo que distorsiona la visión. Puede ser progresiva aunque mucho menos que en el caso de la miopía.

“El problema de no usar anteojos a tiempo es que puede causar una secuela llamada ambliopía u ojo flojo, que es la pérdida parcial de la visión de uno de los ojos. Si no se corrige antes de los cinco años, existe el riesgo de que la visión no mejore del todo en uno o ambos ojos, pese al uso de lentes después de esa edad”, explica Eduardo Villaseca. Estrabismo: es otro problema frecuente, que puede aparecer desde los tres meses de edad hasta los siete años, y que consiste en la pérdida del paralelismo y uno de los ojos se desvía hacia dentro o afuera. El tratamiento depende del tipo que tenga el niño: a veces sólo basta el uso de anteojos, pero en otras se recurre a la cirugía. Como el estrabismo también puede asociarse a ambliopía, esta se trata en forma paralela con el uso de parche.

 

RECOMENDACIONES

Los padres deben llevar a sus hijos a un control visual a los cuatro años, para descartar o detectar la presencia de alguna anomalía y consultar oportunamente si sus hijos presentan alguna señal que les llame la atención.

Síntomas en los niños:

• Quejas de dolor de cabeza y ojos cansados.

• Sentarse cerca de la pantalla de televisión o computador.

• Entrecerrar seguido los ojos.

• Escribir acercando la cara al papel.

• Notar dificultad para leer a distancia.

• Disminuir el rendimiento escolar y perder interés por la lectura.

• Chocar con las paredes y objetos.

• Realizar movimientos torpes.