Actividad física durante el embarazo

Los beneficios de una espera activa

Si la madre es sana y en la gestación no tiene problemas, lo recomendable es hacer algún tipo de actividad para llegar en óptimas condiciones al parto y la recuperación sea más rápida.

Realizar ejercicios durante el embarazo no sólo es beneficioso para la madre, ya que le mejora la condición cardiovascular y muscular, corrige la postura y evita un aumento excesivo de peso, sino también es positivo para el niño en gestación, porque ayuda a la capacidad de oxigenación de la placenta.

Así lo manifiesta la ginecóloga y obstetra de la Clínica Las Condes Marcela Bertossi, quien enumera las decenas de ventajas que tiene la actividad física durante los meses de espera, pero advierte que esta debe llevarse a cabo siempre y cuando el embarazo no presente problemas como síntomas de aborto o parto prematuro, y la madre está sana.

Entre los beneficios más importantes del ejercicio, señala la doctora Bertossi, es mejorar la condición física de la paciente, lo que le ayudará a la hora del trabajo de parto. También aumenta el bienestar sicológico, reduce ansiedades y crea hábitos de vida saludable, “ya que es probable que después del parto siga haciendo deporte”, destaca la profesional, a la vez que recalca que es sabido que la práctica de ejercicio físico evita vicios posturales y previene los clásicos dolores de espalda. Agrega además, que una madre que hace ejercicio llega a los nueve meses ágil, con buena calidad de vida, sin sobrepeso, en óptimas condiciones físicas y con ánimo para enfrentar esta etapa de la vida”, manifiesta. Las mujeres que han conseguido una buena musculatura abdominal pueden pujar con más facilidad en el caso de los partos vaginales. Continuar con la actividad después del parto es también muy beneficioso, porque ayuda a bajar de peso y también a evitar situaciones indeseables como los prolapsos. Para ello, el ideal es la rehabilitación perineal postparto. “Además de ejercicios especializados, es óptimo hacer algunos que fortalezca los músculos del periné. De lo contrario, se pueden producir esos descensos de la pared vaginal y las molestas incontinencias urinarias, que les sucede especialmente a las multíparas con los años”, sostiene la especialista.

No toda la actividad física es aconsejable durante el período de gestación. Se deben evitar los deportes extremos, los de alto impacto y los riesgosos, como el caso del esquí acuático y de nieve y la equitación por el peligro de caídas. Tampoco son recomendables los de contacto o los que exigen un excesivo trabajo para la musculatura abdominal. Los que si son aconsejables son los trotes suaves, las caminatas por la ciudad y los ejercicios aeróbicos, ya que ellos mejoran la oxigenación del cuerpo. Entre los preferidos por las embarazadas está la gimnasia acuática, yoga y Pilates. La gimnasia en el agua es una de las actividades más aconsejadas para el embarazo, debido a que no se siente el peso del cuerpo, por lo tanto, no tiene el riesgo de producir contracturas musculares, y mediante su práctica se logra una buena tonificación muscular.

“El agua produce resistencia a los movimientos y por lo tanto el ejercicio es muy eficiente, pero no riesgoso”, hace notar la doctora, quien sólo advierte que las embarazadas que lo practiquen deben procurar sacarse el traje del baño una vez que terminen su rutina y ducharse con agua dulce, ya que el cloro de la piscina puede afectar el PH vaginal.

Otro de los ejercicios recomendables es el yoga, “ya que es un tipo de disciplina que logra elongaciones, tonificación muscular y además un estado de relajo muy beneficioso, tanto para el embarazo como para el momento del parto”, explica la ginecóloga y obstetra, quien además puntualiza que la actividad que trae consigo todas estas ventajas es el yoga apto para embarazadas, pero “no aquel que es muy exigente en términos de posturas ni tampoco la que se hace en salas con altas temperaturas”.

El Pilates es también una buena alternativa siempre que se realice adecuadamente y con los implementos que requiere la disciplina. Para lograr los objetivos buscados sin provocar riesgos en la futura madre, es recomendable que sea en un centro conocido y bien equipado y “no en lugares donde dicen que hacen clases, pero en el suelo, sin las camas características que usan”, hace notar la especialista. Al igual que el yoga, fortalece músculos y ayuda a alongar.

Recomendaciones

El ejercicio que se realice durante el embarazo no debe ser exigente, sino entre 60 y 70 por ciento de la capacidad aeróbica. Tener autorización del médico tratante, quien también puede aconsejar el tipo de ejercicio según su condición.

Escoger un centro especializado con profesionales con experiencia en ejercitación para embarazadas, como profesores de educación física, kinesiólogos o matronas.

No practicar ejercicios en situaciones de mucho calor.

Si ha sido sedentaria y quiere hacer ejercicios durante la gestación, es más aconsejable comenzar después de las 12 semanas, ya que en ese periodo hay más riesgos de aborto. Por el contrario, se es deportista, se puede empezar antes pero sin exigencias.

Ante cualquier problema dejar de hacer ejercicio y consultar con el médico.

Tener en cuenta que el sedentarismo puede provocar más riesgo de lumbago o lumbociática y obesidad, que a su vez aumenta el riesgo de partos más difíciles.

Durante el ejercicio mantener una hidratación adecuada. También es importante alimentarse bien y jamás hacer ejercicios sin haber tomado desayuno.