2-5 años
LAS PELEAS ENTRE HERMANOS SON NORMALES

La correcta intervención de los padres es la principal herramienta para ayudar a que los hermanos superen sus diferencias. La clave está en enseñarles a resolver sus conflictos, dándoles tiempo para ello y no actuando de manera apresurada como jueces, es decir, determinando culpables e inocentes.

La relación entre hermanos es la más larga que tenemos en la vida. Más que el matrimonio, más que la amistad. Con los hermanos se comparte toda la vida. Es por eso que es tan importante ayudar a nuestros hijos a llevarse bien. Según el doctor Elías Arab, psiquiatra infanto-juvenil de Clínica Las Condes, es normal que los hermanos peleen entre sí. Sin embargo, si los padres realizan una mala intervención, los conflictos se exacerban: “En general, las peleas entre los hermanos tienden a incrementarse en relación con la intervención que hacemos los adultos”.

Los celos, por ejemplo, también son normales y son una expresión emocional que los niños muestran cuando tienen la sensación de que el papá o la mamá le da más atención a otro de los hermanos y eso le genera rabia. Lo sano, según el doctor Arab, es que los papás consideren esa molestia: “Cuando los padres escuchan y validan esos celos, estos pasan casi de manera instantánea. Por lo tanto, cuando los papás no validan eso y le dicen al niño: “¿Cómo te enojas con tu hermano si él es tan bueno?” Probablemente eso incremente los celos y aumente la rabia”, lo que tiende a acrecentar los conflictos entre los hermanos con el consiguiente deterioro del clima familiar. De esta forma, como explica el especialista, “empiezan los papás a actuar en una dinámica judicial en que ellos determinan que hay un inocente y un culpable. Y el culpable recibe la sanción y el inocente queda exculpado de cualquier responsabilidad. ¿Qué genera eso? Que se produzca una mayor división y que el culpable va a intentar tomar revancha o venganza con el más chico o el inocente. Por lo tanto, en vez de validar la rabia, en lugar de ayudar a que esa rabia pase, se exacerba”.

¿CÓMO ACTUAR?

El objetivo de los padres, explica el psiquiatra, es ayudar a que los hijos aprendan a resolver sus conflictos. Para eso, lo primero es darles tiempo, porque la gran mayoría de los conflictos son juegos de peleas. El doctor explica: “Los niños juegan a pelear, hay que dejar que ellos resuelvan. Hay que darles un tiempo prudente, fijarse que sea una pelea dentro de un marco aceptable, que pare y, cuando la pelea no para o pasa a mayores, los padres deben detenerla inmediatamente, pero no actuando como jueces. No es que tú empezaste o tú seguiste. Son los dos responsables de no ser capaces de ponerse de acuerdo”. Por lo tanto, lo que el padre debe corregir es la incapacidad de ellos para resolver una disputa. Por ejemplo: si uno quiere jugar el juego A y el otro el juego B, lo que los padres deben hacer es decir: tienen cinco minutos para ponerse de acuerdo. Si no son capaces de ponerse de acuerdo, ninguno de los dos juega. Ya que en la incapacidad de resolver un conflicto, ambos son responsables.

CONSEJOS PARA LOS PADRES

• No “enganchar” en todas las peleas de sus hijos.
• Darles un tiempo y no híper corregir: los papás, con la buena intención de no querer que los hijos peleen, corrigen hasta la más mínima situación, por lo tanto no les dan tiempo para que ellos resuelvan.
• Si es que van a sancionar, reprender la falta de resolución del problema. Esa es responsabilidad de ambos.