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¿CÓMO SABER CUÁNTO ABRIGAR A TU HIJO?

Vestir de forma adecuada a los recién nacidos, de manera de que no pasen frío y se enfermen, ni tampoco pasen mucho calor, es una de las grandes dudas de los padres, sobre todo cuando son primerizos.

La llegada del verano plantea la duda a los padres de si es o no conveniente desabrigar mucho a su recién nacido. Según el pediatra de Clínica Las Condes, Juan José Escobar, “a diferencia de lo que la gente cree, los bebés sí regulan temperatura, pero son más frágiles a los cambios en el ambiente. Sin embargo, eso no significa que haya que sobreabrigarlos”.

La norma más sencilla y útil, según el doctor Escobar, es abrigarlos tanto como desearía cualquiera que se hallase en su lugar, sin olvidar que ellos están quietos y eso supone producir menos calor y necesitar un poco más de abrigo. En concreto, vestirlos con una prenda más que la que uno está usando.

El profesional explica que el exceso de abrigo es siempre malo. Si un bebé está permanentemente transpirando, quiere decir que está sobreabrigado.

La temperatura de la casa también es un factor a tener en consideración. En invierno, por ejemplo, la gente tiende a mantener la calefacción excesivamente alta, lo que es riesgoso para toda la familia pues, como explica el doctor Escobar, “cuando sales al exterior, a una temperatura de 3, 4 o 5 grados, tu cuerpo va a estar muy poco adaptado a esa situación. Por eso, lo ideal es que la temperatura en la casa no sea superior a 22 grados, idealmente alrededor de 20. Es mejor que una persona, aunque esté en invierno y tenga una calefacción muy buena y muy regulable, esté vestido con sweater en la casa, a que ande en camisa y después salga al exterior sin haberse abrigado lo suficiente”.

Durante el verano, la recomendación es que si hace mucho calor, buscar la forma de generar corriente sin dejar al recién nacido o al lactante en el trayecto del flujo de aire, pero generar corriente abriendo ventanas de dos lugares distintos, de dos piezas diferentes, de tal manera que se genere un circuito de circulación de aire que permita bajar la temperatura al interior de la casa. Si la guagua va a dormir, hay que considerar que la temperatura baja durante el sueño, por lo cual es recomendable cubrirlo con una manta delgada o una sábana.

PARA TENER EN CUENTA

• Al dormir, los recién nacidos y lactantes, deben abrigarse algo más que la ropa que estaban usando despiertos. Podría ser una sábana en verano y una frazada en invierno.
• La temperatura de la casa debe rondar los 20° grados.
• No es recomendable que lactantes y preescolares usen panties debajo de los pantalones.
• Una recomendación útil es que, en general, recién nacidos y lactantes usen una prenda de ropa más que la que requieren sus madres para estar cómodas y abrigadas.