El humor como herramienta para enfrentar la enfermedad es una de las premisas básicas del programa “Payasos hospitalarios de Clínica Las Condes”, creado por el Departamento de Pediatría de Clínica Las Condes.
El doctor Alfredo Misraji, jefe del Departamento de Pediatría e impulsor de la iniciativa, comenta que los orígenes del proyecto radican en la visión del equipo médico de la clínica de querer humanizar la salud. Con este fin viajaron a Israel, donde conocieron el trabajo que la ONG Dream Doctor realiza en diversos centros hospitalarios del país: “Hace muchos años que estábamos con la idea de hacer algo que humanizara nuestra labor con los pacientes. Y habíamos visto en muchas partes del mundo que había payasos con la misión de acompañar al enfermo en miles de cosas: en su estadía en el hospital, en algunos procedimientos y operaciones, además de acompañar a los papás y a los pacientes en las UTIS, etc. Los beneficios de este acompañamiento van más allá de entretener a los niños durante unos minutos. Lo que les ocurre a los pacientes es que les cambia el estado anímico, permitiéndoles enfrentar con positivismo el tratamiento, facilitando de esta forma el trabajo médico”.
En su recorrido por Israel, el doctor Misraji encontró a Javier Aisemberg, un clown argentino que trabaja hace varios años en los hospitales de ese país y que forma parte de los 80 payasos de la ONG Dream Doctors. Lo convenció de venir a Chile y, gracias al apoyo de Laboratorio Bagó y de la Embajada de Israel en Chile, pudo hacer realidad el sueño de comenzar la formación del equipo de clowns de Clínica Las Condes. El payaso argentino estuvo dos semanas en nuestro país, capacitando a los futuros clowns de la clínica. Es así como 12 actores con experiencia como payasos fueron reclutados inicialmente y, luego de la etapa de formación, seis fueron seleccionados para integrarse al equipo de la clínica.
Para la actriz Susana Cristinich, una de las elegidas, este proyecto es un desafío maravilloso pues “tienes que entregarte para que alguien más pueda disfrutar a partir de ti, le puedas sacar una sonrisa y, quizás, se pueda mejorar más rápido”. La enfermera coordinadora del proyecto, Verónica Fuenzalida, comenta que la iniciativa ha sido muy bien recibida tanto por el equipo médico de la clínica como por los pacientes y familiares, “pues para todos se siente como un facilitador de la labor médica”.
Lo mismo explica el doctor Misraji, para quien “la presencia de los payasos ayuda a enfrentar el momento vital que significa la enfermedad con mayor optimismo”.
Los seis clowns están en permanente capacitación. Reciben el apoyo del equipo de psicólogos y siquiatras de la clínica, con quienes se reúnen una vez al mes para trabajar las dificultades que implica estar todo el día con personas enfermas, tal como lo explica la payasita Susana Cristinich: “A uno a veces le llega mucho lo que les pasa a los niños y necesitamos conversarlo para poder saber cómo focalizarlas y que no nos afecten tanto”.
Tan existosos han resultado los primeros meses de funcionamiento del proyecto “Payasos hospitalarios”, que para el próximo año se tiene proyectado contratar a seis payasos más luego de un viaje a Israel de los seis clowns que actualmente trabajan en la clínica. Así lo explica el doctor Misraji: “En mayo o junio van a Israel financiados por Laboratorio Bagó para hacer un curso y aprender toda la estructura de los payasos. Los participantes van a ir a varios hospitales y la idea es que, cuando vuelvan, vamos a traer a Javier Aisemberg de nuevo para formar a otros seis payasos más. Así, la idea es que este proyecto se extienda a todo Chile, tanto a hospitales públicos como a clínicas privadas”.