0-1 año: EL HÁBITO DEL SUEÑO SE EDUCA

Con sólo tres reglas básicas, los padres primerizos lograrán establecer un hábito de sueño sano en su hijo recién nacido: que el bebé duerma en su propia cuna, que el pecho no se utilice para hacerlo dormir y dejarlo llorar unos minutos antes de atenderlo. Con tiempo y paciencia, la familia logrará este objetivo.

Un alto porcentaje de padres y madres primerizos se ven enfrentados a las dificultades que implica enseñar a su hijo a conciliar el sueño. Muchas veces las guaguas no quieren dormirse en la noche y los padres deben ingeniárselas usando incluso insólitas estrategias para lograr que el pequeño se quede dormido. Cuando el escenario es muy complejo, hay padres que hacen cosas desesperadas, como moverlo en brazos, dejarlo frente a la TV, sacar al niño a dar vueltas en auto, para lograr que se quede dormido.

Sin embargo, para el doctor Cristián Silva, pediatra-neonatólogo de Clínica Las Condes, la situación no sería tan difícil si los padres tuvieran una postura firme y clara desde el primer día: “Las bases son pensar que yo puedo crear un sistema de sueño, tratando de que el pecho sea sólo para alimentar y no para hacer dormir a la guagua. Que cuando ésta se despierta, no signifique que haya que tomarla en brazos inmediatamente o meterla a la cama o moverla o alimentarla. Lo que hay que tratar de hacer es, con una luz muy tenue, tranquilizarla suavemente, que se vuelva a quedar dormida en su propia cuna, con unos movimientos suaves de cariño con la mano y, ocasionalmente, mecer la cuna, por ejemplo”.

Por ningún motivo, enfatiza el doctor Silva, dormir con el bebé en la cama de la mamá. Eso no sólo lo malacostumbrará evitando lograr un buen hábito de sueño, sino que, además, el pequeño corre el riesgo de sufrir un accidente. Por otra parte, el sueño del niño puede verse más interrumpido al tener a una persona de mayor volumen al lado, por lo que no logra descansar lo necesario.

Con sólo tres reglas básicas, los padres primerizos lograrán establecer un hábito de sueño sano en su hijo recién nacido: que el bebé duerma en su propia cuna, que el pecho no se utilice para hacerlo dormir y dejarlo llorar unos minutos antes de atenderlo. Con tiempo y paciencia, la familia logrará este objetivo.

REGLAS Y CONSEJOS PARA UN BUEN DORMIR

• No dormir con el niño en la cama de la mamá. El recién nacido debe dormir en su propia cuna, en la habitación de sus padres, y ojalá sólo hasta los seis meses. En ese momento, cuando haya adquirido un hábito de sueño y demande menos aten¬ción de la madre, podría ser trasladado a su propio dormitorio.

• No usar el pecho para hacerlo dormir. • No sacarlo de la cuna de inmediato cuando llora. Intentar calmarlo con suavidad.

• Mantener rutinas de sueño: las mismas horas para acostarse en la noche, para la siesta, a las mismas horas cada día.

• Si su hijo despierta por las noches, vaya a verlo, pero evite tomarlo en brazos.