CONSEJOS DEL ESPECIALISTA

Según el especialista Carlos García, la alimentación en los mayores no debe ser muy di¬ferente de la de los adultos, pero aun así hay que tener en cuenta ciertos aspectos:

A medida que aumenta la edad, el gasto caló¬rico disminuye. Mientras un adulto joven necesita cerca de 2.800 calorías, uno adulto de 80 años, no más de 2.000.

Las calorías se distribu¬yen parecido a los adultos corrientes. La mitad, en hi¬dratos de carbono, 35% en grasas y un 15% en proteínas.

Los adultos mayores sue¬len ser deficitarios en vi¬tamina D y calcio. “Eso se suele presentar porque la vitamina D está en pocos alimentos y porque los pa¬cientes no acostumbran a tomar sol, el que activa la vitamina D y si lo hacen se aplican mucho bloquea¬dor solar. Recomendamos arremangarse la camisa o ponerse pantalón corto y caminar. La falta de calcio se puede contrarrestar con ingesta de leche, queso o suplementarios”.

También es importante alimentarse varias veces al día con volúmenes peque¬ños y no dos veces al día y en grandes cantidades. Es recomendable un de¬sayuno liviano, colación a media mañana, almuerzo, comida liviana y colación antes de dormir.

Los adultos mayores toman poca agua, porque tienen menos sensación de sed. “Por lo mismo, deben preocuparse de beber por lo menos un mi¬límetro de agua por calo¬ría ingerida. Es decir, 1,5 y 2,5 de litros de líquido al día. Tampoco deben olvi¬dar las frutas y verduras frescas y los hidratos de carbono”.