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¿Por qué lloran las guaguas?

Diversas pueden ser las causas. Lo importante es saber leer los signos que entrega el recién nacido para interpretar las razones de su llanto.

La llegada de un bebé es siempre motivo de alegría, pero también de muchas inseguridades. Uno de los principales momentos en los cuales los padres demuestran inquietud con su recién nacido es cuando el bebé llora sin parar.

Según explica el pediatra y neonatólogo de Clínica Las Condes Stefan Hosiasson, el llanto es el único mecanismo que tiene el recién nacido para comunicarse. “No obedece necesariamente a dolor, es la forma que tiene el bebé de expresar si tiene hambre, sueño, molestia por el pañal o si tiene gases, no es por una razón específica. De hecho, especialmente las dos primeras semanas de vida, es común que lloren bastante de hambre”, explica el doctor Hosiasson.

El especialista agrega que muchas veces los padres asocian en forma errónea el llanto con cólicos en este primer período, siendo lo más frecuente que sea debido al desorden horario por el afianzamiento de la lactancia. Al comienzo, por tanto, la alimentación al pecho debe ser libre demanda y sólo instaurar horarios después de una a dos semanas, cuando la producción de leche ya sea suficiente.

Otro factor es que la guagua absorba el estrés emocional del ambiente, ya sea por excesiva actividad en el hogar o porque la mamá está muy ansiosa, “y le transmite esos sentimientos al niño".

CUÁNDO PREOCUPARSE

En ciertos casos el llanto se vuelve persistente y puede ser signo de alguna patología. “En la evolución del llanto del bebé hay que partir de lo más obvio. Hay que asegurarse que no tenga hambre, que esté cómodo y que no tenga sueño. Descartar todo eso primero, y si sigue llorando, hay que consultar con el pediatra para evaluar las distintas causas posibles”, dice el doctor Hosiasson.

En algunas ocasiones puede deberse a una patología aguda como una hernia inguinal. Y en otros, puede tratarse de un llanto que tiende a repetirse en el tiempo, sin una causa clara, y con un examen físico normal, haciendo sospechar un reflujo ácido gastroesofágico como causa relativamente frecuente . “Se manifiesta con un niño muy irritable, que le cuesta tomar papa y además se asocia con cierta frecuencia a atoro o tos seca recurrente sin que el niño esté resfriado”, afirma el doctor. Lo habitual es que el médico realice un tratamiento optimizando la técnica de alimentación y posición, fraccionando la alimentación y haciendo un manejo de la acidez con medicamentos, mientras sea necesario. Otra causa del llanto persistente que ha tomando importancia es la alergia alimentaria, en especial a proteína de leche de vaca. “Este es un diagnóstico eminentemente clínico, por lo tanto hay hacer una evaluación cuidadosa del caso y por etapas”, comenta el doctor Hosiasson.