- Infórmese bien sobre la enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento. Haga todas las preguntas que tenga.
- Permítase expresar lo que siente.
- Busque y pida ayuda si lo necesita. Intégrese a un grupo de apoyo si es necesario.
- Si no quiere hablar de su enfermedad, dígalo directamente, los demás la entenderán.
- Incorpore a su familia en estos momentos. Sea honesta y directa con sus familiares y su entorno más cercano.
- De esta manera, ellos tendrán una idea más clara de cómo pueden ayudarla.
- Con su pareja: pregunte qué le preocupa, evite las críticas negativas.
- No asuma conocer los sentimientos de su pareja.
- Descanse en forma adecuada: busque momentos de paz y relajación. No intente hacer más cosas de las que puede. Dese tiempo para usted, sin remordimiento ni culpa.
- Es importante que usted consulte a un especialista en salud mental si la mayor parte del tiempo se encuentra decaída, sin ganas de vivir, con sensación de no encontrar salida, con tristeza excesiva, irritabilidad, alteración del sueño, uso excesivo de drogas y alcohol, an¬siedad excesiva. El especialista le indicará el tratamiento que le corresponda.
- Evite situaciones que le causen tensión y estrés.
- Aprenda a decir que no.
- Establezca sus propios límites.