ANTES DE TIEMPO
El objetivo del Centro del Prematuro es que los niños vivan, pero también que lo hagan adecuada y exitosamente e insertos en sus medios sociales, familiares y escolares, con la posibilidad de desarrollar todas sus potencialidades.
Los avances médicos y tecnológicos han logrado que los llamados prematuros extremos tengan mejor esperanza de vida que hace décadas. Tanto es así que los límites que se manejan en la actualidad para Chile son aproximadamente 24 semanas de gestación y cerca de 500 gramos de peso.
Esa situación tan auspiciosa ha hecho que los profesionales de la salud se preocupen de la calidad de vida de los que nacieron antes de tiempo y lograron sobrevivir. “Ya no se trata sólo de que vivan, sino de cómo lo harán. Hay que hacerse cargo de las complicaciones y de las secuelas que los pueden afectar el resto de la niñez”, dice el neonatólogo de Clínica Las Condes, Hernán Villalón, quien recuerda que la metodología antigua era dar de alta al niño una vez que superaba sus primeras dificultades. “Claro que no era raro que luego volvieran a los centros de salud presentando secuelas como parálisis cerebral y problemas neurosensoriales, auditivos y visuales”.
Para evitar todas esas situaciones, Clínica Las Condes posee un Centro del Prematuro, donde ofrece un manejo integral de estos niños, el que se extiende más allá de superados los primeros problemas. “Cuando hablamos de manejo del prematuro extremo nos referimos a que nuestro objetivo terapéutico final es un niño adecuada y exitosamente inserto en su medio social, familiar y escolar y con la posibilidad de desarrollar todas sus potencialidades”, señala el doctor Villalón.
El neonatólogo explica que en el Centro del Prematuro, además de estudiar todas las potenciales complicaciones, diseñan estrategias para anticiparlas y rehabilitarlas tempranamente. “Para ello, hemos creado equipos multidisciplinarios de trabajo que comienzan su labor dentro de la Unidad de Neonatología. Eso significa que hemos incorporado sicólogas, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogas, como también neurólogos, fisiatras y oftalmólogos”.
Los niños con menos de 32 semanas de gestación, llamados prematuros extremos, suelen padecer complicaciones de corto, mediano y largo plazo. En una primera etapa, cuando están hospitalizados, es necesario pesquisar tempranamente las posibles secuelas y trabajar en su prevención. “En ese mismo principio, hemos estado avanzando en la unidad para acreditarnos en la metodología de cuidados Nidcap, que es una modalidad cuyo objetivo es otorgar acciones tendientes a preservar el potencial de neurodesarrollo. Una vez que el niño egresa de la unidad no está de alta, sino que pasa a la etapa pos hospitalaria del tratamiento”, explica el doctor Villalón. Para ese periodo, existe otro equipo multidisciplinario conformado por kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, psicólogos y psicopedagogas, para los distintos objetivos que se proponen. También siguen participando los especialistas médicos incluidos en el manejo intrahospitalario.
En la primera etapa, que es entre el año y el año y medio, el enfoque está orientado a la prevención de secuelas neurosensoriales y motoras o su diagnóstico temprano y rehabilitación precoz. En una segunda etapa, entre el año y medio y dos años y medio, “trabajamos la inserción al ambiente preescolar con fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales y en una tercera etapa, la preparación a la inserción escolar, donde participan psicólogos, terapeutas ocupacionales y psicopedagogas”, comenta el doctor.
RESULTADOS EXITOSOS
El modelo de tratamiento de prematuros extremos de Clínica Las Condes, que partió en 2006, ha tenido excelentes resultados y con muy alto nivel de usuarios. “Los primeros niños que tratamos están insertos en su medio con satisfacción de las familias e insertos en los colegios que ellos habían deseado para sus hijos”, hace notar el doctor Villalón, a la vez que recuerda que este enfoque fue iniciativa del neonatólogo José Luis Martínez y luego fue impulsado por el jefe de Neonatología, Mauricio Pinto.
El neonatólogo rememora que este sistema fue diseñado basado en varios estudios, los que arrojaron que los prematuros extremos que en apariencia estaban libres de secuelas presentaban en forma posterior varias situaciones. El 70% de ellos padecía de problemas de lectoescritura y el 64% de discalculia. Es decir, en el primer caso, siete veces más que la población normal y en el segundo, 10 veces más alto. “Esto nos motivó a intervenir y brindarles atención a estos niños hasta que realmente puedan seguir adelante sin asistencia. Es un deber ético que nos compromete a seguir con ellos y a elaborar estrategias para darles la mejor calidad de vida”.
La iniciativa ha sido bien acogida por los padres, desde el comienzo. Es importante que los padres de los prematuros “nos ayuden, colaboren y acepten que deben seguir este proceso. Ellos pueden sentirse acogidos por nuestro equipo, ya que nunca los vamos a dejar solos”, dice el profesional.
CONSEJOS A LOS PADRES DE UN PREMATURO
El neonatólogo Hernán Villalón entrega consejos a los padres de niños prematuros:
1. Tener siempre confianza.
2. Aceptar este proceso vivencial.
3. Considerar que el camino será largo y agotador, pero no menos bueno.
4. Tener en cuenta que los resultados se puede ver en el largo plazo, pero valen la pena.
5. Pensar que existe un equipo profesional y humano que siempre estará con ellos.