Las palpitaciones pueden ser un síntoma de alguna enfermedad asociada y pueden presentarse de diferentes formas.
Pueden ser regulares o irregulares, rápidas o no.
Cuando son aisladas y no rápidas, se puede sentir sensación de falta de aire y a veces el latido cardíaco en el cuello, lo que molesta e incluso interviene con la vida diaria si es muy frecuente.
Si son muy rápidas, el paciente puede percibir sensación de angustia, dolor al pecho, falta de aire e incluso, en algunos casos sensación, de desmayo hasta pérdida de conciencia. Los síntomas y riesgos asociados van a depender de si existe o no una cardiopatía asociada, es decir, si tiene o no un problema cardíaco de base y de la edad.
En la noche se pueden percibir más las palpitaciones por las condiciones ambientales, además, la frecuencia cardíaca tiende a bajar y en ese intervalo hay tiempo para que aparezcan algunos latidos cardíacos adelantados originados en sitios distintos al marcapaso natural y que corresponden a extrasístoles auriculares o ventriculares.
Arritmia es todo lo que no corresponde al ritmo normal del corazón.
Hay diferentes tipos, desde latidos únicos irregulares, que son las extrasístoles, ya sea de la aurícula o del ventrículo, y que generalmente no traducen mayor riesgo, hasta taquicardias muy rápidas.
Muchos jóvenes tienen taquicardias paroxísticas supraventriculares, que producen aceleraciones del ritmo cardíaco en que el corazón puede latir incluso a más de 200 latidos por minuto, de inicio súbito, es decir, de un momento a otro. Estas personas nacen con esta condición y generalmente tienen un corazón estructuralmente sano. Distinto es el caso de un paciente que tiene un corazón dañado, con una cicatriz de infarto por ejemplo y que puede tener arritmias malignas o taquicardias ventriculares, que tienen riesgo de muerte súbita.
Existe una arritmia que es más frecuente con la edad y se asocia a hipertensión arterial o diabetes mellitus, que es la fibrilación auricular y que conlleva un alto riesgo de formar coágulos en el corazón que se pueden desprender y producir un accidente vascular cerebral o de otro territorio.
Siempre debe consultar con un especialista si tiene palpitaciones o arritmia.
La cafeína, el alcohol, las bebidas energéticas y el cigarrillo son factores gatillantes de arritmias en personas con tendencia a producirlas, por lo que deben ser evitadas.
En el caso de la fibrilación auricular, que como se mencionó, es una arritmia que se presenta con más frecuencia en las personas de edad avanzada y que se asocia a otras patologías y puede prevenirse controlando los factores de riesgo cardiovascular.
Muchas personas, teniendo arritmias, no perciben las palpitaciones por lo que no consultan, lo que dificulta el diagnóstico, el manejo de la patología y los riesgos que conlleva.
En resumen, el hecho de “sentir el corazón” puede ser desde algo normal hasta una situación que pueda determinar riesgo vital. Su cardiólogo, especialmente el arritmólogo, es quien mejor podrá determinar a qué corresponde esa palpitación y qué riesgos puede tener usted.